La madre realizó la queja ante la oficina defensorial del primer puerto y dijo que –una vez que su hijo le contó los maltratos a los que era expuesto– acudió al director de la escuela con el fin de obtener alguna solución; sin embargo, este no sancionó al docente. Fue entonces cuando ella solicitó nuestra intervención, que instó a la Comisión Permanente de Procesos Administrativos y Disciplinarios (Coproa), órgano de la Dirección Regional de Educación del Callao, para que actúe con celeridad en la investigación iniciada contra el director y el profesor.
Los comisionados de la Defensoría del Pueblo se entrevistaron con los implicados quienes admitieron lo sucedido y justificaron su proceder argumentando que se trató de "una broma". Esto propició que los compañeros del adolescente se burlen de él y sea objeto de bullying, poniendo en peligro la culminación de sus estudios. Nuestra entidad informó del caso a la Comisión de Atención de Denuncias y Reclamos (Cader), la que elevó un informe determinando que Coproa investigue al docente y al director. El profesor fue separado de la institución.
La Defensoría del Pueblo combate frontalmente a la discriminación. En sus oficinas atiende este tipo de denuncias, investiga los hechos y solicita a las instituciones llamadas a intervenir en estos casos para erradicarla y restituir los derechos vulnerados.
Peruano
